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Esa vitamina eleva las defensas, es aliada de la piel, mejora la visión, entre otras cualidades.
La vitamina C es esencial para el crecimiento, mantenimiento del organismo y para la reparación de los tejidos del cuerpo.
Lourdes Robalino, médica general, señala que esta vitamina mejora la visión y previene la aparición de cataratas o glaucoma. La vitamina C constituye un antioxidante que reduce los daños corporales causados por los químicos y contaminantes tóxicos, tales como el humo del cigarrillo y el esmog.
Este nutriente lo encontrarás en alimentos de origen vegetal como el pimiento, col, brócoli, tomates, espinaca y la papa. En frutas como el melón, mango, kiwi, papaya, guayaba y cítricos (naranja, limón, toronja, etc.). Pero ahí no termina, la vitamina C está llena de propiedades.
Para empezar es antibacterial, tiene la capacidad de inhibir el crecimiento de bacterias como el Helicobacter pylori, causante de la gastritis. También frena el avance del párkinson (enfermedad degenerativa del sistema nervioso). Ayuda a equilibrar los niveles de la presión arterial. Además, es un excelente cicatrizante de la piel,
En cuanto a la cantidad diaria a consumir, lo mínimo es un gramo. La deficiencia de esta vitamina provoca anemia, sangrados nasales y dolores articulares, entre otros síntomas. El escorbuto es causado por la falta de esta sustancia, se presenta con frecuencia en ancianos y personas desnutridas.
Tipo de nota: Salud
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