El Gobierno ecuatoriano aspira a que haya
"flexibilidad" en la negociación comercial que pretende impulsar con
la Unión Europea (UE) y ya ha advertido esa posibilidad, según señaló este
sábado el presidente Rafael Correa.
Aunque reiteró su oposición a firmar un Tratado de Libre
Comercio (TLC) con la UE, el mandatario dijo en su habitual informe de los
sábados que su Gobierno cree que hay un buen margen para negociar un acuerdo
beneficioso para el país.
El mandatario, no obstante, puso en evidencia que entre sus
colaboradores no había una posición única respecto al acuerdo comercial con la
UE, pues explicó que algunos se oponían por considerar que solo había cabida
para negociar bajo el modelo TLC.
Incluso dijo que se temía de que si se llegaba a un acuerdo con
cierta flexibilidad en favor del país, ello supondría que se debía contar con
la eventual aprobación de Colombia y Perú, vecinos de Ecuador que ya
suscribieron un TLC con Europa.
Según Correa, tras una reunión que mantuvo esta semana con
asesores, se dejó en claro que tenían razón los que apoyaban ir a la
negociación con la UE.
"Sí se admiten flexibilidades, no hay que pedir
autorización de Colombia y Perú, (entonces) hay un importante margen de acción
para negociar un acuerdo favorable", reiteró el gobernante
Además, remarcó que si no se logra la apertura de Europa,
"entonces decimos no, muchas gracias, y se acabó el lío. Pero, si podemos
negociar un acuerdo beneficios para el país, por supuesto que hay que
negociar", apuntó.
Correa precisó, además, que en la negociación no se permitirán
que se rebasen algunas "líneas rojas" establecidas por su Gobierno, y
dijo que una de ellas es mantener un impuesto a la salida de divisas o
capitales, debido a que Ecuador tiene su economía completamente dolarizada
desde el año 2000.
"Eso jamás vamos a sacrificar", como tampoco una
flexibilidad en el apartado de compras públicas, ya que el Gobierno no apoya
una liberalización en ese sector ya que privilegia la producción nacional,
añadió.
"Si no se pasan esas líneas rojas y logramos bajar
aranceles para nuestro banano, camarón, flores, etcétera", el acuerdo
podría concretarse, señaló el mandatario tras ratificar que, "por
supuesto" está en "desacuerdo con los TLC".
Aseguró que una de las cláusulas de los tratados de libre
comercio sostiene que "todos los servicios están liberalizados", pero
remarcó que en la negociación con la UE se establece que "todos los
servicios no están liberalizados".
En definitiva, "todo depende de cuánto ganamos y cuánto
perdemos firmando estos acuerdos", y por ello el Gobierno ya estudia esas
variables, explicó Correa.
Tipo de nota: Economía
Esta nota tiene cinco declaraciones en doce párrafos.
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