El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, apuesta por que Latinoamérica busque "su propio modelo de integración", y considera que en ese proceso "largo y complejo" debe huir de recetas llegadas del exterior.
Jorge Glas hizo esta reflexión en una entrevista que concedió a Efe con motivo de su participación en el Quinto Cónclave India-Latinoamérica que ayer se inició y que este martes concluyó en Nueva Delhi; el vicepresidente estuvo como "invitado especial".
"Las políticas de integración tienen que ir fortaleciéndose pero no con recetas ni estereotipos" de otras regiones del planeta, respondió el número dos ecuatoriano a la pregunta de si la Unión Europea (UE) puede servir de modelo para Latinoamérica.
"Tenemos enormes desafíos en el proceso de integración. Por ejemplo, nos hemos planteado debatir no a corto pero si a largo plazo instaurar una moneda regional", apuntó, antes de recordar que "los procesos de integración siempre tienen dificultades".
"También las tuvo la Unión Europea", apostilló.
Glas rechazó, no obstante, que la iniciativa que condujo a la creación de la UE se pueda trasplantar a Latinoamérica.
"Tiene que ser una iniciativa latinoamericana", advirtió, tras desestimar que la proliferación de diferentes grupos -Unasur, Alba, Celac- vaya en detrimento del proceso de unidad en la región, donde negó que "haya peligro de polarización ideológica".
"Hay distintos niveles de integración. Los procesos de integración son largos, complejos, pero se van consolidando en el tiempo, y no creo que esas diferentes iniciativas sean contrapuestas entre si", estimó el vicepresidente ecuatoriano.
Glas negó también que la variedad de sensibilidades políticas que coexisten en la región ponga en peligro el proceso de integración.
"Hay gobiernos de distinta línea ideológica pero a la hora de actuar políticamente la respuesta es conjunta", dijo, y mencionó el rechazo de UNASUR "el intento de golpe de Estado en Ecuador", en referencia al motín policial que se registró de 2010 en su país.
"Hay una enorme decisión de integración por parte de nuestros pueblos", aseveró, y citó a continuación "la erradicación de la pobreza" como un "imperativo" que los gobiernos se deben fijar para facilitar la unidad regional, algo sobre lo que se mostró optimista.
"En general, tenemos ahora gobiernos que responden a las demandas de sus ciudadanos independientemente de su tinte ideológico. En la medida en que eso siga así no tendremos amenazas contra la integración ni la democracia en la región", agregó.
Glas puso como ejemplo de cooperación entre gobiernos de diferente signo político el proyecto de integración energética que estudian poner en marcha Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, en beneficio, afirmó, de sus respectivas poblaciones.
"La integración energética será uno de los rostros más tangibles de la integración latinoamericana", auguró, al subrayar el potencial con que cuenta el sector energético en la región, que atesora el 60% de las reservas de los recursos no renovables del globo.
Glas aludió por último a la relación con EE.UU., país con el que, dijo, "tenemos buenas relaciones, como con todos los países mundo".
"Destaco, eso sí, la absoluta independencia del Ecuador para establecer relaciones políticas, económicas y diplomáticas también con cualquier otro Estado, sin restricciones ni imposiciones. No aceptamos presiones", precisó.
Preguntado sobre si Ecuador había sido presionado para evitar relaciones con algún estado, Glas repitió: "no aceptamos presiones".
Luego matizó y reconoció que "lo que ha habido son comentarios fuera de lugar por parte de algunos países", que no especificó.
Tipo de nota: Política
Esta nota tiene nueve declaraciones en diecisiete párrafos.
Análisis:
Fuente: Jorge Glass, Unión Europea, UNASUR. Tiene una buena escritura. Los hechos se muestran en declaraciones, además de una imagen. Falta contrastación.
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