Fuente: http://www.elcomercio.com/mundo/Mexico-afectados-inundaciones-Acapulco-testimonios_0_996500403.html
'Fue como una explosión que reventó el cerro y en segundos la tierra se vino abajo y las casas se venían como corriendo y otras quedaban enterradas", relata Amelia Saldaña Gregorio.
La mexicana perdió a sus cuatro hijos y a su madre, quienes quedaron sepultados por un alud en la comunidad La Pintada, en el municipio de Atoyac, Guerrero, a unos 70 kilómetros del puerto turístico de Acapulco.
Con ellos quedaron también el papá, hermano y cuñada del joven Margarito Hernández, de 18 años, quien cuenta llorando: "Cuando comenzó a suceder me corrió mi papá. Me dio una orden que me fuera. Lárgate me dijo y allá cuida a tu familia. Y yo, pues, rescaté a mi mamá y me la jalé para arriba y entonces después supe que mi papá ahí había quedado, también doña Rita. Y varios como don Mauro".
Fue como a las dos de la tarde del lunes. El domingo había llovido fuerte todo el día y el 16 de septiembre lloviznaba.
El comisario del pueblo había llamado a la población a que fueran a la Comisaría por pozole y Amelia Saldaña fue una de las que se dirigió hacia allá. "Todos estábamos encerrados porque estaba lloviendo, pero dijo el comisario que fuéramos a traer pozole y yo fui con una ollita para mis hijitos porque no había ni luz para comer nada y entonces iba regresando cuando se escuchó como una explosión".
"Me eché a correr a ver si podía ir por mis hijos y no pude. Imagínese usted a mis hijitos. ¡Ay, diosito santo, se quedaron mis hijos ahí y mi madre y no pude hacer nada!", dijo Amelia casi gritando y con fuerte llanto. Al igual que Amelia, Margarito aseguró que fueron como 80 muertos. Margarito sostuvo que él rescató 10 cuerpos.
El alcalde de Atoyac, Ediberto Tabarez, asegura que él sabe de 15 personas fallecidas y que el alud enterró 26 casas en las que podrían haber estado en ese instante unas 70 personas, pero que debido a la falta de comunicación con la comunidad es imposible saber aún el número real de víctimas.
Más tarde, el presidente Enrique Peña Nieto, en su paso por Tamaulipas, dio a conocer que el gobierno federal llegó hasta La Pintada, donde pudo rescatar a 288 personas, estaban por evacuar a 91 y 58 estaban desaparecidas.
Las víctimas de las inundaciones que afectan a varias zonas del país dieron ayer testimonios sobre la tragedia que viven, que van de lo desgarrador a lo dramático.
"No tenemos adónde ir, no tenemos dónde vivir, lo perdimos todo. La casa se la llevó el río, se fue con todo y cosas, el pueblo está completamente inundado, no podemos pasar", contó entre sollozos, ante el presidente Peña Nieto, Olga Pérez, una mujer de 26 años, en un albergue de Ciudad Mante, estado norteño de Tamaulipas.
"En las noticias solo sale Acapulco, pero de este lado también estamos mal, también necesitamos ayuda", dijo José Luis Céspedes, esposo de Olga, que vivía con sus cuatro hijos, uno recién nacido y el mayor de 9 años, en la comunidad El Limón, una de las más castigadas de Tamaulipas, donde irrumpió el huracán Ingrid.
Eloy Olea, turista de la ciudad de México, que pasó un fin de semana de diversión con su familia en su pequeña casa de descanso en Acapulco, pero luego empezó a vivir penurias con las inundaciones, no tiene agua para beber ni energía eléctrica. Señaló que ninguna autoridad los ha visitado.
"Nadie ha venido a vernos, nadie. Tenemos casa aquí y vea cómo se nos inundó. Estamos abandonados", afirmó. "No hay agua ni alimentos para los niños y los ancianos", sostuvo Alberto Palma, vecino de Olea.
Dolorosos rescates
Los fallecidos por los dos fuertes ciclones que han azotado al territorio mexicano ascendieron ayer a 97, mientras los equipos de rescate afrontan la peligrosa búsqueda de decenas de desaparecidos por un gran alud en el sur del país.
"En este momento (son) 97 decesos por estos dos fenómenos naturales", Manuel e Ingrid, y 58 desaparecidos en el gran alud, dijo Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil del gobierno, a la televisora Foro TV.
Gran parte de México está afectado desde el fin de semana por el inusual impacto desde ambas costas de los dos ciclones, que han causado también más de 200 000 damnificados. Los diluvios provocaron severas inundaciones y deslaves de tierra que mantienen a numerosas zonas casi incomunicadas como el balneario Acapulco, donde crece la desesperación entre miles de turistas que aún no han podido salir.
El huracán Manuel impactó ayer con fuertes vientos y lluvias en la costa del estado de Sinaloa, donde provocó caída de árboles, cortes de luz, crecida de ríos y cancelación de vuelos. Manuel llegó desde el Pacífico con vientos de 120 km por hora y rachas más fuertes, en su segundo ingreso a tierra después de haber causado grandes daños el fin de semana en el sur.
La crecida de arroyos dejó incomunicadas a algunas poblaciones del municipio de San Ignacio.
La navegación marítima fue suspendida desde Topolobampo a Mazatlán, ya que Manuel genera olas de hasta cuatro metros de altura. Varios cientos de personas han sido evacuadas.
Tipo de nota: Internacional ( México)
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