Japón apagó el último reactor activo y volvió a la
"opción átomo cero", como sucedió entre mayo y julio de 2012, aunque
a futuro el regreso a la energía nuclear parece descontada, visto los
propósitos del premier japonés, Shinzo Abe. La empresa eléctrica Kepco, que
provee el servicio a la zona industrializada y rica de Osaka y Kobe, anunció el
domingo sobre los procedimientos de cierre de la unidad 4 de la planta de Oi
(prefectura centro-occidental de Fukui), que finalizaron el lunes por la
mañana. Entre mayo y julio de 2012 todas las centrales japonesas dejaron
progresivamente de funcionar como medida de precaución tras el accidente
nuclear de Fukushima, consecuencia del sismo y el tsunami del 11 de marzo de
2011. En junio de 2012, Kepco recibió sin embargo la autorización de las
autoridades locales y del primer ministro de la época, Yoshihiko Noda, para
volver a poner en marcha dos reactores de Ohi, justo antes de la creación de un
nuevo organismo de regulación del sector, hace un año. Actualmente, resulta
impensable que se reactiven otros reactores a corto plazo, si bien compañías
como Kepco han solicitado a este nuevo organismo que certifique que varias de
sus instalaciones cumplen con las nuevas normas de seguridad más estrictas
vigentes desde el pasado 8 de julio. Los reactores nucleares generaban
alrededor de un cuarto de la energía eléctrica del país antes del accidente de
Fukushima. Actualmente, para compensar esta energía de origen nuclear, las
compañías de abastecimiento usan de modo intensivo sus centrales térmicas,
algunas de las cuales se volvieron a abrir especialmente, tras el accidente, y
los japoneses gastan menos electricidad. Esta situación, que ha aumentado
sensiblemente las importaciones de hidrocarburos, resulta insatisfactoria para
el gobierno y los industriales. Sin embargo, ningún reactor nuclear puede
volver a funcionar sin la autorización del nuevo organismo de regulación
independiente. El gobierno de Shinzo Abe (derecha) está a favor de reactivar
los reactores, pero asegura que respetará lo que diga la nueva autoridad. Las
organizaciones antinucleares y parte de la población desearían que la detención
de las centrales nucleares fuera definitiva y recalcan que la situación actual
demuestra que Japón puede prescindir de la energía atómica. "Queremos
seguir diciendo lo que sucede en Fukushima aunque todos hablan de las
Olimpiadas (de Tokio 2020, ndr)", afirmó el Nobel de Literatura, Kenzaburo
Oe, durante una manifestación antinuclear en la capital en la cual participaron
10 000 personas.
Tipo de nota: Internacional (Japón)
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